¿De quién depende que las playas se encuentren en el estado en el que están?
Al contrario de lo que creen algunos ciudadanos, no es el Ayuntamiento el responsable del estado de las playas, ni en Santander ni en ningún otro municipio costero de toda España. En todo el litoral, es el Gobierno central, a través del Ministerio de Transición Ecológica y de su Demarcación de Costas, al que corresponde velar por su buen estado y también quien tiene potestad para autorizar o denegar su uso para actividades comerciales, concesiones, etc.
Los ayuntamientos se encargan -pagando de sus propios presupuestos y sin recibir ninguna aportación del Ministerio- de mantener las playas limpias y con servicios como duchas, lavapiés, áreas infantiles, etc., así como de dotarlas de los servicios de salvamento y socorrismo.
¿Qué dice la Ley a este respecto?
La Ley 22/1988 de 28 de julio de Costas establece claramente cuáles son las competencias del Estado y cuáles las de los ayuntamientos.
Las competencias de Costas respecto al mantenimiento de las playas vienen determinadas en el artículo 111, que establece que tendrán la calificación de obras de interés general y serán competencia de la Administración del Estado:
a) Las que se consideren necesarias para la protección, defensa, conservación y uso del dominio público marítimo-terrestre, cualquiera que sea la naturaleza de los bienes que lo integren.
b) Las de creación, regeneración y recuperación de playas.
c) Las de acceso público al mar no previstos en el planeamiento urbanístico.
d) Las emplazadas en el mar y aguas interiores, sin perjuicio de las competencias de las Comunidades Autónomas.
e) Las de iluminación de costas y señales marítimas.
Por su parte, al Ayuntamiento únicamente le corresponde, en virtud del artículo 115:
a) Informar los deslindes del dominio público marítimo-terrestre.
b) Informar las solicitudes de reservas, adscripciones, autorizaciones y concesiones para la ocupación y aprovechamiento del dominio público marítimo-terrestre.
c) Explotar, en su caso, los servicios de temporada que puedan establecerse en las playas por cualquiera de las formas de gestión directa o indirecta previstas en la legislación de Régimen Local.
d) Mantener las playas y lugares públicos de baño en las debidas condiciones de limpieza, higiene y salubridad, así como vigilar la observancia de las normas e instrucciones dictadas por la Administración del Estado sobre salvamento y seguridad de las vidas humanas.
Es decir, que las competencias de Costas son las de creación, regeneración y recuperación de playas y las del Ayuntamiento mantenerlas en las debidas condiciones de limpieza, higiene y salubridad.
¿Por qué se ha llegado a la lamentable situación actual?
En cumplimiento de la Ley y tal y como es su obligación y responsabilidad, hasta el año 2018 y con el Partido Popular en el Gobierno de España, el Ministerio de Medio Ambiente se encargó tanto de los rellenos como incluso de las obras de mejora de los accesos a la playa de la Virgen del Mar.
La llegada de Pedro Sánchez al Gobierno central ha llevado a su máxima expresión el desprecio al cumplimiento de sus obligaciones, condenando a los santanderinos a ver cada día cómo las playas de Los Peligros y La Magdalena presentan un aspecto lamentable: la falta de arena, el derrumbe de uno de sus accesos, el ruinoso estado del edificio de La Horadada, cuya titularidad el Ministerio ha intentado, una vez que ha dejado que se deteriore, traspasar al Ayuntamiento… También está en un estado deficiente la segunda playa del Sardinero, como consecuencia de los sucesivos temporales y a la espera de que el Ministerio ejecute, de una vez por todas, el proyecto de estabilización que permita evite que el mar ocupe cada vez una superficie mayor cuando sube la marea. Al contrario que en el caso de La Horadada, en el que el Gobierno central pretende que sean los santanderinos quienes se hagan cargo de los gastos de poner en servicio un edificio prácticamente en ruinas, en el caso del Rema, que el Ayuntamiento le ha solicitado para ubicar un centro dedicado al surf, la Demarcación de Costas deniega su cesión.
Todo ello impide el disfrute de estas playas (y de algunas de las dotaciones que llevan asociadas) por parte de los santanderinos en condiciones adecuadas de mantenimiento y seguridad, tanto en verano como el resto del año y más aún en un momento en el que, tras la pandemia, los ciudadanos optan cada vez más por pasar su tiempo de ocio en espacios al aire libre. Esta penosa situación de los arenales y de edificios como La Horadada y el Rema ensombrecen, además, la imagen de uno de los grandes atractivos de nuestra ciudad ante quienes nos visitan.
¿Qué propone el PP para solucionarlo?
El Gobierno de Pedro Sánchez nos ha dejado claro, tanto por sus palabras como por sus hechos, que no va a rellenar nunca más de arena las playas de Santander. El PSOE está dispuesto a que la arena deje el paso a las rocas y a condenar a los santanderinos a perder sus excelentes playas urbanas.
Queremos playa y la queremos todo el año. Así lo hemos defendido siempre. Y si eso se consigue con rellenos de arena periódicos, bienvenidos sean; pero, si no se producen esos rellenos, tal como ya ha advertido el PSOE que va a ocurrir y lo está cumpliendo (el último relleno se hizo con el Gobierno del PP de Mariano Rajoy y no ha habido más desde entonces), se tendrá que poner en práctica la solución que haga posible mantener las playas de la Magdalena y Los Peligros en perfectas condiciones de uso desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre.
Si, tal como avalaban los técnicos y expertos, encabezados por el Instituto de Hidráulica, esa solución pasa por completar el proyecto con el segundo espigón, el Partido Popular la va a defender, puesto que, dada la negativa a retomar los rellenos, es la única opción para que Santander no se quede para siempre sin las playas de La Magdalena y Los Peligros.